Considerando que la cuarentena puede seguir en 2021, muchas familias buscan casas con pileta en barrios cerrados.
Mientras la cuarentena impuesta por el coronavirus aleja la posibilidad de viajar al exterior o a otras provincias en las vacaciones 2021, muchas familias consideran la opción de veranear en la casa de un country, con parque y pileta en un entorno seguro.
El aislamiento social preventivo y obligatorioque generó la pandemia de coronavirus trajo como consecuencia una revalorización de los espacios verdes, más allá de la cercanía con la Ciudad de Buenos Aires.
En las inmobiliarias aseguran que las consultas crecieron un 30 % en relación a años anteriores. Y que también cambió la estacionalidad: antes los pedidos aparecían en octubre y noviembre; no a principios de agosto, como ahora.
El aislamiento social preventivo y obligatorioque generó la pandemia de coronavirus trajo como consecuencia una revalorización de los espacios verdes, más allá de la cercanía con la Ciudad de Buenos Aires.
En las inmobiliarias aseguran que las consultas crecieron un 30 % en relación a años anteriores. Y que también cambió la estacionalidad: antes los pedidos aparecían en octubre y noviembre; no a principios de agosto, como ahora.
Se trata de familias a las que en muchos casos las aerolíneas les devolvieron pasajes que habían comprado para el invierno y no pudieron usar, y de golpe se encuentran con que tienen un excedente de efectivo. También están los que soñaban con que se reanudaran los vuelos en septiembre, cuando todo indica que volverán a postergarse.
Y aunque el boom de la demanda pueda ser visto como una buena señal para el mercado, la mala noticia es que casi no hay oferta.
“La gente llama pidiendo alquileres para enero porque ya está casi segura que no se va a poder ir ni al exterior ni a la Costa, pero a los locadores les pasa lo mismo y ahí se produce el cuello de botella”, asegura Nora Martínez, gerenta de la sucursal Oeste de Tizado, que trabaja con countries y barrios cerrados de la zona de Moreno y General Rodríguez.
Para decirlo de otra manera, aquellos que tienen una casa de fin de semana y la alquilaban en el verano mientras se iban a Miami o Punta del Este, este año se quedaran en el país. Y quieren su casa para disfrutarla ellos.
La temporada empieza en septiembre
Las solicitudes se centran en casas amplias, con tres dormitorios, dependencias de servicio, pileta y jardín o parque.
Las inmobiliarias coinciden en que se está viendo lo que habitualmente pasaba en octubre, con un promedio de cinco pedidos diarios. “Este año no sólo se adelantaron las consultas. Se adelantó la temporada“, aseguran.
En la Zona Oeste, en el barrio cerrado San Patricio, se consiguen casas para toda la temporada a $ 450 mil. En el country Banco Provincia, en tanto, alquilar desde el 1° de diciembre hasta fines de marzo cuesta $ 600 mil; y solo febrero, $ 150 mil.
En todos los casos hay que sumar los gastos de servicios y las expensas, que según el barrio y la zona se estiman entre $ 15 mil y $ 20 mil.
“Recibimos consultas de interesados por alquilar durante septiembre, octubre y noviembre; u octubre, noviembre y diciembre, Gracias al teletrabajo, la gente no tiene problema con las distancias”, explica Haydeé Burgueño, que opera con emprendimientos cerrados de Pilar.
La oferta es tan escasa que Burgueño, por ahora, tiene solo una casa en el barrio cerrado El Buen Retiro a US$ 1.000 por mes, de septiembre a diciembre. Para enero se habla de US$ 1.500, un precio similar al de años anteriores, pero con el dólar (oficial) un 40 % más barato.
A la incertidumbre por la cuarentena, la broker sostiene que hay sumar las dudas que trajo la nueva ley de alquileres. “Muchos propietarios retiraron sus viviendas en alquiler y las pusieran a la venta”, dice Burgueño.
Qué pasará con los espacios comunes
Otro tema a considerar, apunta Gustavo Peirano, que trabaja con barrios cerrados del corredor Escobar y Maschwitz, es el uso de los instalaciones sociales y deportivas. “Estamos evaluando colocar una cláusula con respecto a los amenities para estar cubiertos en caso de que no se habiliten”.
Este año se está considerando armar un paquete que incluya el precio del alquiler y las expensas, dejando aparte los gastos de mantenimiento y la cuota social para el uso de algunas instalaciones, si es que se habilitan.
“No se trata de un pasaje en avión que queda abierto por un año, la gente alquila para enero y quiere esa fecha”, resume Peirano. Lo cierto es que nadie va a querer pagar un plus para jugar al golf, por caso, si llegado el momento no está permitido.
Las condiciones de las reservas
Daniel Bacalat, titular del inmobiliaria Baci & Asociados, que opera en la zona de Canning, advierte que con la pandemia “en las administraciones de varios barrios se muestran reticentes a incorporar nuevos inquilinos”. Por eso implementaron las reservas ad referéndum de lo que pase con la cuarentena.
El broker tiene propiedades en alquiler en barrio El Ombú y el country St Thomas que cotizan entre los US$ 1.200 y US$ 1.500 por mes. Pero estima que se retiraran de la oferta si sigue prohibición de circular libremente.
En Tigre, una de las estrellas de circuito de los alquileres gracias al encanto del río y la posibilidad de realizar disciplinas náuticas, la demanda también supera ampliamente a la oferta. Y hace que los precios se disparen.
Al igual que los representantes de otras inmobiliarias consultadas, Sergio Perilman, socio de Grondona & Asociados, admite que las propiedades en alquiler son muy pocas. “Solo tengo propuestas para el segmento premium”, informa.
En el mercado casi no se recuerda un escenario como el de estos tiempos. Mariano Saleh, de la desarrolladora ESV Propiedades, que opera en la zona de Canning y San Vicente, apunta que “en la crisis del 2008 pasaba algo similar, pero no había la cantidad de barrios que hay hoy”.
En el corredor Bancalari, en barrios como Santa Bárbara y Nordelta hay casas con costa al lago de 400 m2, a US$ 5 mil mensuales.
“Si tuviera un portfolio con 50 casas, se alquilarían en forma inmediata, ya que es exorbitante la demanda que observamos”, asegura Saleh. Y agrega que ya hay gente dispuesta a pagar lo que sea que le pidan. “Un propietario alquiló una vivienda a US$ 7.500 para enero 2021 cuando en el mismo mes de 2020 había cobrado menos de US$ 2 mil”.
Recomendación:
Plan B: alquilar una quinta
Lo primero que se observó en el mercado fue la suba del interés por la compra de lotes y casas. Luego creció la demanda de alquileres anuales: hubo adelantados que se apuraron a alquilar por un período más largo y se aseguraron el verano. Haydeé Burgueño lo resume: “resolvieron tres temas importantes: el aislamiento, la seguridad y la temporada”.
Claro que al no encontrar propuestas en los countries aparecen otras opciones. “El plan b son las quintas, que comienzan a elegirse a pesar de que hay que resignar la seguridad”, dice Saleh.
Una propiedad de este tipo, para seis personas y con pileta en Zona Sur, en la localidad de Longchamps, cotiza a $ 210 mil por mes. También se alquila por semana a $ 70 mil.
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